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Podcast – 34 – Port Knocking

Hoy hablaremos sobre una técnica de ‘seguridad por oscuridad’: el Port Knocking. Podéis encontrar una entrada en la Wikipedia española con el nombre de “Golpeo de puertos”. Ciertamente es una traducción literal de la expresión inglesa y es el único sitio donde la he visto, por lo que si me lo permitís me quedaré con Port Knocking.

Micro con feed

Fuente imagen:PerfectYourPodcast

Según algunas fuentes esta técnica apareció por primera vez en 2003 en un artículo de la revista “SysAdmin Magazine” como un mecanismo de autenticación ante un cortafuegos. La idea es permitir el acceso a un servicio a través de un firewall que tiene los puertos cerrados por defecto.

Recordemos que los firewall tradicionales permiten o deniegan el tráfico en función de las direcciones IP origen/destino y de los puertos usados.

La idea básica del Port Knocking es simple: el cliente realiza una serie de intentos de conexión a una secuencia de puertos concreta. Si esta secuencia es correcta, el firewall habilitará el acceso al puerto para acceder al servicio protegido. Así pues, la “contraseña de acceso” al servicio sería la secuencia de puertos que debe ejecutarse antes de conectar con el servicio protegido.

Port Knoking

Ejemplo de Port Knocking. Fuente imagen: CyberVault

Veamos el ejemplo más sencillo de esta técnica: Supongamos que tenemos una página web oculta mediante esta técnica. Para acceder a esa página primero hay que ‘tocar’ los puertos 55, 34034 y 24124.

  1. Cuando cualquier usuario quiera conectar al servidor web protegido el firewall denegará la conexión como si no existiera ningún servicio web operativo. Así se consigue ocultar el servicio de miradas ajenas.
  2. Cuando queremos acceder a nuestra web oculta lanzamos tres peticiones de conexión TCP en el orden correcto: a cada petición recibiremos respuesta de que el puerto está cerrado (igual que recibiría cualquier intento de acceso a un puerto cerrado). Es decir, el Port Knocking no daría pistas de su existencia.
  3. Una vez realizada la secuencia en el orden correcto, en nuestra cuarta conexión accederíamos a nuestra página web y el firewall nos permitiría el paso. A partir de ese momento podemos trabajar con neustra web oculta sin problemas.

Así pues, la clave para acceder al servicio oculto es la secuencia exacta de peticiones que debemos realizar antes de acceder a la web.

Obviamente una vez abierto el acceso, el propio servicio puede (y debe) tener sus propias medidas de seguridad. El Port Knocking dificulta el descubrimiento del servicio, pero en su versión más sencilla (que es la que hemos explicado) no protege al propio servicio. En nuestro ejemplo una vez revelado un servicio web, la propia aplicación web debería tener un control de acceso, por ejemplo, con usuario/contraseña.

Esta técnica puede ser útil para proteger un servicio de miradas indiscretas, pero dónde no podemos saber con antelación desde dónde se conectarán nuestros clientes (servicios en itinerancia, redes móviles, direccionamiento IP dinámico etc.). Si nuestros clientes siempre tienen la misma IP es más sencillo configurar el firewall para que habilite el acceso normal únicamente a una serie de direcciones específicas y bloquee el del resto del mundo.

El principal problema de este modelo más sencillo de Port Knocking es que es débil frente ataques de repetición: si un atacante consigue capturar el tráfico de red (o los logs del propio firewall) podrá darse cuenta de esta secuencia repetida aparentemente sin sentido y averiguar la existencia del servicio secreto simplemente enviando la misma secuencia de peticiones. Una manera de dificultar esta detección sería el uso de puertos comúnmente comprobados por escaneadores de vulnerabilidades, aunque, obviamente, en una secuencia distinta a la habitual: a nadie extraña ver intentos de peticiones a puertos comunes (SMTP, FTP, telnet, ssh, etc.) por lo que se dificultaría que, entre todas las peticiones que hay en cualquier firewall, se detectase el patrón de acceso.

Otras técnicas para evitar los ataques de repetición implican el conocimiento de una clave previa:

  1. Codificaremos la información de nuestra dirección IP origen y el puerto destino al que queremos acceder (donde está el servicio oculto). Por ejemplo: IPPUERTO = 6 bytes.
  2. Ciframos esta cadena de caracteres con la clave adecuada
  3. Cogemos el valor del cifrado y lo separamos en bytes. Cada byte puede tener un valor entre 0 y 255. Así obtenemos una secuencia de valores del 0 al 255
  4. Sumamos a estos valores obtenidos un valor base (por ejemplo 23000). Y enviamos una conexión nueva al puerto resultante de esta operación.
  5. El firewall que recibe las peticiones puede restar el valor base (conocido de antemano) y obtener así los valores de bytes resultantes del cifrado
  6. Como el firewall conoce la clave de cifrado puede obtener el mensaje inicial y así puede abrir el acceso desde la IP origen al puerto solicitado.

Este sistema tiene la ventaja que ante un ataque de repetición (donde se enviasen los mismos paquetes) simplemente se abriría el firewall para la IP origen cifrada en el paquete y no para la IP del atacante. La elección de un valor base al que sumar a los puertos puede ser fija o realizarse de forma dinámica (en función de la hora, día del mes, etc.) permitiendo así dificultar los ataques de repetición y generar una alerta en el sistema en caso de detectar intentos de conexiones en puertos no adecuados a la franja temporal).

Una funcionalidad de este sistema es que permite abrir accesos a diferentes servicios sin cambiar el esquema, o bien incluso enviar los mensajes de Port Knocking desde direcciones IP diferentes a las que se usarán después para conectar al servicio protegido.

Un caso de control de acceso, que de forma irónica se incluye en la categoría de Port Knocking, son los sistemas Single Packet Authorization: es decir autenticación en un único paquete. A modo resumen se enviaría en un único paquete toda la información de IP origen y servicio al que se quiere acceder de forma cifrada en un único paquete. El firewall lo interpretaría y actuaría en consecuencia. Con este esquema se dificulta en gran medida la detección del sistema de ocultación, si bien al enviar un único paquete no parece que caiga en la categoría de Port Knocking 😉

Este método de protección, aunque parece sacado de una película de espías, podría ser una capa de seguridad adicional útil en algunas ocasiones. No es una configuración habitual en empresas (al menos no en las no tecnológicas), pero puede ser interesante que busquéis este tipo de patrones en los logs de firewall con las herramientas SIEM… quizás os llevéis alguna sorpresa.

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